martes, 10 de mayo de 2011

-No, nunca he sentido la necesidad de cerrar los ojos para asimilar palabras, de respirar hondo para evitar ese pinchazo en el pecho, nunca he hecho fuerzas para contener lagrimas inoportunas, tampoco he sentido el cosquilleo en el estomago al ver a una persona, ni he cruzado los dedos para que un mal momento pasara rápido...
-Es imposible. Entonces, ¿Cómo sabes que esas cosas existen?
-Porque me han hablado de ellas...
-No mientas.

-Bueno, esta bien, tengo que reconocer que te he mentido. Pero no se lo digas, no quiero que sepa que me pasa todo eso..

No hay comentarios:

Publicar un comentario